Cómo preparar mi jubilación

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¿Cuál es mi producto ideal para preparar mi jubilación?

El desequilibrio en las cuentas de la Seguridad Social sigue, el Gobierno acaba de reconocer que se ha usado, de nuevo, 8.000 millones de euros del Fondo de Reserva de las pensiones para hacer frente a los pagos de este mes (en el que se une la paga extraordinaria de diciembre) con una problemática que continuará en el medio plazo. Actualmente, la crisis ha dejado al descubierto un enorme desequilibrio entre el número de trabajadores y pensionistas, el paro ha rebajado los primeros y aunque el empleo vaya creciendo (de momento lentamente) lo que es claro es que el crecimiento de la esperanza de vida aumentará el número de jubilados a lo largo del tiempo haciendo difícilmente viable el sistema actual.

Ante esta incertidumbre podemos utilizar diferentes productos de previsión que nos ayuden a conseguir un capital o renta que complemente nuestra jubilación pública.

Plan de pensiones, inversión a largo plazo

 Los planes de pensiones son los más conocidos. Se trata un producto de previsión, cuyo objetivo es conseguir una renta o capital a la hora de la jubilación, que nos permiten obtener beneficios fiscales mediante la reducción de las aportaciones que realicemos en la base imponible del Impuesto Sobre la Renta (IRPF) con unos límites. Actualmente estos son el 30% de nuestros ingresos de trabajo (incluidos los de actividades profesionales) hasta un máximo de 10.000 euros (12.500 para los mayores de 50 años) que el próximo año se va a reducir a 8.000 euros anuales.

Una de sus ventajas es la enorme gama de productos que existen en el mercado, desde los más arriesgados de renta variable a los más seguros como la renta fija. Con ello, podemos hacer tantos traspasos como queramos, de un producto a otro, adaptándolos a nuestras necesidades a lo largo del tiempo: buscando más beneficios al principio y más seguridad cuando se acerque la jubilación.

A cambio de los beneficios fiscales tenemos una liquidez limitada, sólo podemos rescatarlos además de la jubilación tras muerte, invalidez, paro de largo jubilación y a partir del próximo año, si cumplen 10 años de antigüedad.

Plan de previsión asegurado (PPA), para quien no le guste el riesgo

 Los planes de previsión asegurados (PPA) se parecen a los planes de pensiones en cuanto sus beneficios fiscales o condiciones de rescate, pero les diferencia un punto importante, la seguridad. Mientras que en la mayoría de los planes de pensiones la rentabilidad es desconocida y podemos incurrir en pérdidas por nuestra inversión en los PPA ya que tenemos una rentabilidad asegurada así como su capital. Por ello, son productos ideales para quien no les guste el riesgo o su jubilación sea cercana y no quieran arriesgar beneficios obtenidos. Mientras, el Plan de Pensiones es especialmente ideal si apostamos por ahorrar para la previsión a largo plazo y buscamos un capital adicional por los beneficios que generen nuestras inversiones.

Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS)

 Los PIAS no son un producto exclusivo para la jubilación, es un producto de ahorro a medio plazo que también nos puede ayudar a conseguir un capital para cualquier objetivo. Es seguro, conocemos la rentabilidad de antemano pero su fiscalidad es completamente diferente. Las aportaciones no desgravan pero a la hora de la retirada del mismo al vencimiento (En 5 años a partir del 2015, en 10 actualmente) no hay que pagar impuestos por los beneficios obtenidos.

Fondos de Inversión, mi dinero siempre disponible

 Si quiere ahorrar, con total libertad y sin ataduras su elección es utilizar fondos de inversión. Su funcionamiento es similar a los planes, de hecho detrás de cada plan hay un fondo, invierten en diferentes categorías de activos (los hay de más arriesgados a menos) y permiten también el traspaso a otros fondos (según sea el caso) sin tener que tributar por ello. La diferencia está en la fiscalidad y liquidez, en los planes tenemos las desgravaciones señaladas pero sólo puedes recuperar tu dinero por los motivos antes descritos, en los fondos, no tienes desgravaciones pero puedes recuperar tu dinero siempre que quieras, con total libertad.